miércoles, 7 de marzo de 2018

# Ansiedad # ataque soledad

Ansiedad y Soledad


Un día de fiesta interna, se presentó Soledad

Llegó arrasando, siendo la reina de la noche
¡Hoy vas a triunfar Soledad! ¡Es tu noche! ¡Es tu tarde! ¡Es tu día!


Como Ansiedad me tenía recluida en mi torre, una se espera que alguien venga a rescatarla ¡Si si! En plan tópico de cuento… pero mi pelo, no era tan largo para que alguien trepara por él y viniera a mi rescate.

Dando vueltas por la fiesta, un día sin más apareció Soledad. Seamos sinceros, desde el primer momento me pareció un poco la típica que quiere llevarse el protagonismo. Y no estaba muy equivocada, iba a ser el centro de atención. Cuando venía (a veces aún viene) era capaz de echar a todos: Miedo, Ansiedad Anticipatoria, Agorafobia y todos los demás desaparecían… sólo quedábamos ella y yo.

Pues no os imagináis la maldad que tiene, bueno bueno, es súper cruel… me atacaba de tal forma que me hacía sentir la persona más triste del mundo! Y me dejé influenciar por ella… que sensación tan devastadora… cada vez que aparecía mi mundo se paralizaba. Me sentía muy triste, sola, desolada, pensaba cosas como: nada de lo que hago tiene sentido, yo antes era feliz, la gente es feliz, sólo quiero llorar, tumbarme y convertirme en ¡La croqueta-manta! Ya está, viviré aquí para siempre… no tiene sentido hacer nada más, mi vida no tiene sentido, todos avanzan y yo no puedo, nadie va a venir a mi rescate… estoy sola, muy sola… me siento triste y sola…

¡Ansiedad te echo de menos! Te prefiero a ti, que por lo menos cuando apareces con Miedo tengo ganas de correr… pero Soledad… ¡Soledad no te entiendo!

¿Qué sentido tienes? Vale estoy sola en mi cuarto y no quiero estar aquí, me rodeo de mi familia pero... ¡Sigues aquí! No se que hacer contigo… cada vez que empiezo a entender a tus amigos Ansiedad, me traes a alguno nuevo y ¡Tía pones mis días del revés!

Cuanto más lucho contra Soledad y sus tonterías más me ataca ¡Y vaya ataques de Soledad! Cada vez son más duros y más pesados… así no puedo seguir… ¿Para qué seguir así? ¡Uy no no y no! Vamos a ver, tú al igual que los compis de Ansiedad tienes que tener un punto débil  y ¿Sabes qué? ¡Lo voy a descubrir!

Con el tiempo al igual que hice con Ansiedad decidí no luchar contra ella, si no, aceptarla e intentar aprender de su visita. Además, no iba a esperar que nadie viniera a rescatarme a la torre ¡La torre es mía y mando yo! y la que se va a rescatar a si misma seré yo ¡Chss tantos cuentitos!

Así que empecemos:
Apareces cuando tengo un día normal, donde voy a tener la tarde entera sin ningún tipo de plan… vale pues en vez de fastidiarme esas horas donde voy a estar sola voy a disfrutar de ello. Voy a aprovechar este tiempo que tengo para dedicármelo exclusivamente a mí ¡Ja! Voy a disfrutar de mi misma, de mi propia compañía... porque Soledad ¡Tú eres muy pesada! ¡Y yo soy muy divertida! Así que voy a empezar por disfrutar de mi diversión y seré  la croqueta-manta cuando me apetezca y lo disfrutaré con una película, haré ejercicio, escribiré… ¡Puedo hacer lo que quiera, es mi momento!

Con el tiempo descubres y aprendes que Soledad no esta aquí para hacernos la vida imposible, sino para enseñarnos a disfrutar de nuestros momentos a solas con nosotros mismos.

Cuando aparece en algún momento de mis días sé lo que puedo hacer para recordarla ¡Que en mi vida mando yo! 

¡Basta de pensamientos autodestructivos! disfrutad de vuestros momentos a solas. Porque es un privilegio aprender  a poder disfrutar de nosotros mismos y cuidarnos 😏

¡Gracias Ansiedad por enseñarme tan sabia lección!



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