Una de las sensaciones más intensas y desagradables
que me
provocó Ansiedad fueron
los Ataques de Pánico
Cuando Ansiedad decidió empezar a manifestarse a lo grande (ya que a sus pequeñas advertencias no las escuchaba) me mando al amigo Pánico
para que me enterase bien de que ella estaba ahí… Cuando iba a coger el tren
como cada día, Pánico decidió no perder el tiempo:
Estaba tranquila, sentada, pero comencé a sentir que me faltaba el aire, me dolía el pecho, me temblaba todo el cuerpo... Aún recuerdo lo que se me pasó por la cabeza: me estoy mareando, no puedo
respirar bien, la gente me está mirando, ¡necesito salir de aquí corriendo! ¡me
está dando algo! Oh no, un túnel… aquí no hay aire… no hay aire para todos… me voy a
levantar, estoy viendo un poco borroso ¡Me muero! Vale, ya está, soy joven pero me
voy a morir aquí… no puedo gritar, ¿nadie ve que me estoy muriendo? ¡Ayúdenme me
estoy muriendo! No puedo, no puedo respirar….saldré corriendo y llamaré por teléfono a mis padres, no puedo respirar, solo
puedo llorar ¿Qué me está pasando? Tengo tanto miedo…
Después de conseguir que alguien viniera a buscarme y poder
llegar a casa de nuevo, Pánico se quedó en el tren y ¿yo?, yo nunca me había sentido
tan agotada y triste como aquel día… estaba tan cansada que sólo podía tumbarme
y dormir.
Esa no fue la última vez que Pánico aparecería en mis días… Como para mí él vivía en los trenes, cada vez que me montase en uno me estaría
esperando y cada vez que lo intentaba, yo sólo podía correr y pedir a alguien
que viniera a buscarme… No lo entendía muy bien, pero todo me llevaba a que me quedara
en casa escuchando a Ansiedad…
Con Pánico vinieron todos los amigos de Ansiedad
a mi vida (Miedo, Agorafobia, Ansiedad social… ya les conocéis) y no tenía más remedio que escuchar; está bien
me quedaré en casa a escuchar lo que me tengas que contar amiga.
En mi caso los ataques de ansiedad eran advertencias de que
algo no marchaba bien en mi vida, tenía que dejar de huir en un tren y empezar
a cambiar mi vida desde mi día a día, desde la base de todo.
Sentir que te vas a morir es espantoso, me costó mucho
aprender que Ansiedad estaba aquí para ayudarme a cambiar de vida y a veces
tiene que llegar hasta ese punto para que te des cuenta de que tienes que cambiar,
que la vida esta para disfrutarla para sonreirla cada día y que no debemos resistirnos a
evolucionar y cambiar esos aspectos que no iban bien en nuestra vida, ya que Ansiedad sólo nos
ayudará a ser personas plenas y evolucionadas.
Sé que duele y mucho vivir esto, pero con el tiempo mirareis
atrás y os daréis cuenta de todo lo que habéis superado y de cómo vuestra vida
también ha mejorado y cambiado en cosas que no creíais ni necesarias ¡Sed
valientes! ¡Luchad!